Preocupado por Trump, empecemos por México

“Hillary Clinton será la primera Presidenta de los EE.UU.”

El pasado tres de noviembre estuve en el Senado de la República junto con Diego Luna para presentar el Corrupcionario Mexicano. Se trató de un ejercicio productivo y necesario, sobre todo si consideramos que el Senado es una de las sedes de los poderes de la Unión, donde se supone que se deliberan los asuntos públicos más importantes para México. A continuación presento un resumen breve de las palabras que expresé en el evento.

“Quisiera comenzar por agradecer a las y los Senadores que se interesaron de manera muy particular en este ejercicio. Muchas gracias.

Y me permito darles la bienvenida a ésta, su casa, nuestra casa, porque el Senado de la República es la casa de todos.

[..] El Corrupcionario mexicano es un libro escrito con base en una extensa investigación científica, que aprovecha lo mejor de la caricatura, la ironía, el sarcasmo y la picardía mexicana. Es un libro sobre cómo los mexicanos vivimos, entendemos, fomentamos y padecemos la corrupción a diario. Lo escribimos con el objetivo de despertar reflexión y llamar a la acción en todos los hogares y rincones de México. Porque estamos convencidos de que el combate a la corrupción también empieza por nosotros y también debe realizarse de abajo hacia arriba.

[…] La corrupción sucede cuando una persona se aprovecha de un poder delegado o usurpado para beneficio propio. Es la consecuencia de la impunidad; de la ausencia de leyes legítimas en ojos de todos y de incentivos que castiguen conductas antisociales, ilegales y egoístas.

Yo, al igual que ustedes y millones de mexicanos, siento frustración y enojo, me niego a vivir en un país así, me niego a que mis hijas crezcan en esta realidad. Pero también, al igual que muchos de ustedes, soy testigo de que algo está sucediendo, de que el cambio se está gestando.

Este cambio es importante porque México nos presenta una enorme oportunidad, que de no tomarla, implicaría riesgos evidentes. En un país que se presume como una de las 15 potencias económicas del mundo, pero hoy 10 millones de mexicanos no saben si podrán obtener un alimento. […] En una nación que forma parte del bloque económico mas importante del mundo, pero donde el 1% de la población concentra el 43% de la riqueza del país. Un México en donde la doble moral de un sector de la sociedad nos invita a recibir con aplausos a un corrupto, al mismo tiempo que cuestiona demerita al emprendedor que quiere transformar una industria. […] Una nación en donde el Senado de la República cuenta con un presupuesto de más de 4 mil millones de pesos, al mismo tiempo que se aprueba el nombramiento de magistrados y fiscales sin que exista un verdadero debate parlamentario que enriquezca a nuestra democracia.

Es momento de que el Legislativo empiece a funcionar como un verdadero contrapeso en un sistema de separación de poderes, y como un verdadero espacio de representación ciudadana. Porque señoras y señores legisladores, recuerden que su cargo es honorable. Muchos lo detentan con profundo respeto, pero seamos honestos, muchos también lo denigran. Y eso también tiene que cambiar, sobretodo porque por primera vez en nuestra historia convertirán el combate a la corrupción en una política de Estado.

[…] ¿A qué le queremos apostar?

La opción es una, y somos millones los que ya elegimos.

Una ciudadanía que construye y celebra las buenas acciones pero también señala lo que no está bien. Porque el día que dejemos de señalar las acciones que lastiman esta bella patria, ese día comenzaremos a ser cómplices de la razón que nos convoca aquí. Porque somos millones los que trabajamos por un México donde la libertad, la movilidad social, las oportunidades, la justicia social, la seguridad y el respeto a los derechos humanos y el Estado de derecho sean una realidad tan cotidiana que pase desapercibida.

[…] De la mano de funcionarios que tienen la capacidad de gobernarse a sí mismos y por lo tanto son capaces de gobernar en beneficio del bien común. Una ciudadanía que reconoce que quien ama el poder no puede ser útil para servir en un país como México.

Así que los convoco a que todos hagamos valer el peso de la mayoría honesta, impulsando más y mejores cambios institucionales. Pero también empezando por nosotros mismos, en nuestra realidad cotidiana: en los hogares, las escuelas, las colonias y el trabajo.

Si lo hacemos así, la capacidad de transformación será enorme.

Los invito a que lo hagamos juntos. Esa es la opción.

¡Muchas gracias!”

Ante los riesgos de la elección presidencial de EE.UU. enfocarnos en lo que podemos controlar es lo más responsable. Así, reconstruir nuestra relación con nuestro vecino del norte debe comenzar ya.

Artículo publicado en Reforma, el 8 de noviembre de 2016.


 

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